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UNIDAD MEDICA SAN JUAN Ginecoobstetricia: herpes genital

11 mar. 2007

herpes genital


HERPES GENITAL

DR. FRANK ATACHO ROJAS

Bienvenidos a su salud personal y familiar


El herpes genital es una enfermedad de transmisión sexual (ETS) causada por los virus del herpes simple tipo 1 (HSV-1) y tipo 2 (HSV-2).

La mayoría de los herpes genitales son causados por el tipo HSV-2. La mayoría de las personas con HSV-1 o HSV-2 no presentan signos ni síntomas de la infección o presentan síntomas mínimos. Si se presentan signos, éstos usualmente aparecen en forma de ampolla o ampollas en los genitales o el recto o alrededor de los mismos. Las ampollas se rompen y dejan úlceras dolorosas (llagas) que pueden tardar de dos a cuatro semanas en curarse la primera vez que se presentan. Típicamente, puede presentarse otro brote semanas o meses después del primero, pero casi siempre es menos intenso y de más corta duración. A pesar de que la infección puede permanecer en forma indefinida en el organismo, la cantidad de brotes tiende a disminuir a medida que pasan los años.
TRASMISION
El HSV-1 y el HSV-2 pueden encontrarse en las úlceras causadas por los virus y ser liberados por las mismas, pero entre brote y brote los virus también pueden ser liberados por la piel que no parece afectada o que no tiene úlceras. Por lo general, una persona solo puede infectarse con el HSV-2 durante el contacto sexual con alguien que tiene una infección por HSV-2 genital. La transmisión puede darse a partir de una pareja sexual infectada que no tiene una úlcera visible y que no sepa que está infectada.
El HSV-1 puede causar herpes genital, pero más frecuentemente causa infecciones de la boca y los labios, también llamadas “ampollas febriles”. La infección por HSV-1 en los genitales puede ser causada por contacto oral-genital o contacto genital-genital con una persona que tiene la infección por HSV-1. Los brotes del HSV-1 genital reaparecen con menos regularidad que los brotes del HSV-2 genital.

SINTOMAS:
La mayoría de personas infectadas con el HSV-2 no saben que tienen la infección. Sin embargo, si se presentan signos y síntomas durante el primer brote, éstos pueden ser bastante pronunciados. El primer brote ocurre generalmente dentro de las dos semanas siguientes a la transmisión del virus y las úlceras se curan típicamente dentro de dos a cuatro semanas. Otros signos y síntomas durante el episodio primario pueden incluir una segunda serie de úlceras y síntomas parecidos a la gripe, entre ellos fiebre e inflamación de las glándulas. Sin embargo, la mayoría de las personas con la infección por HSV-2 puede que nunca tengan úlceras o pueden tener signos muy leves de los cuales ni siquiera se dan cuenta o que confunden con picaduras de insectos o con otra afección de la piel.
La mayoría de las personas a quienes se les ha diagnosticado un primer episodio de herpes genital pueden esperar tener varios (típicamente cuatro o cinco) brotes (recurrencias sintomáticas) en un período de un año. Por lo general, estas recurrencias disminuyen en frecuencia a medida que pasa el tiempo.

DIAGNOSTICO
Los signos y síntomas asociados al HSV-2 pueden variar ampliamente. Los proveedores de atención médica pueden diagnosticar el herpes genital mediante una inspección visual si el brote es típico y mediante la obtención de una muestra de la úlcera o de las úlceras que se envía para un análisis de laboratorio. Puede ser difícil diagnosticar las infecciones por HSV si no hay un brote (entre brotes). Los exámenes de sangre, que detectan la infección por HSV-1 o del VSH-2, pueden ser útiles, aunque los resultados no son siempre muy claros.
TRATAMIENTO
No existe un tratamiento que pueda curar el herpes, pero los medicamentos antivirales pueden acortar y prevenir los brotes durante el tiempo que la persona tome los medicamentos. Adicionalmente, la terapia supresiva diaria contra el herpes sintomático puede reducir la posibilidad de transmisión a las parejas sexuales de las personas infectadas.

La manera más segura de evitar el contagio de enfermedades de transmisión sexual, incluido el herpes genital, es absteniéndose del contacto sexual o tener una relación duradera, mutuamente monógama, con una pareja a quien se le han hecho las pruebas y se sabe que no está infectada.

Las úlceras genitales pueden aparecer tanto en las áreas genitales masculinas como en las femeninas, estén o no cubiertas o protegidas con un condón de látex. El uso correcto y habitual de los condones de látex puede reducir el riesgo de contraer herpes genital, solamente si el área infectada o el área de posible contacto está protegida.

Debido a que es posible que el condón no pueda cubrir todas las áreas infectadas, ni siquiera el uso correcto y habitual de los condones de látex puede garantizar la protección contra el herpes genital.
Las personas con herpes deben abstenerse de tener relaciones sexuales con parejas sexuales no infectadas cuando haya lesiones u otros síntomas del herpes. Es importante saber que aunque la persona no tenga síntomas, todavía puede infectar a sus parejas sexuales. Se les debe advertir a las parejas sexuales de las personas infectadas que también pueden resultar infectadas. Las parejas sexuales pueden hacerse pruebas para determinar si están infectadas con el HSV. Una prueba de detección del HSV-2 cuyos resultados sean positivos indica que lo más probable es que haya una infección de herpes genital.

El aciclovir oral no cura la infección, pero reduce la duración y severidad de los síntomas en la infección primaria y también reduce la extensión de ataques secundarios. También reduce el riesgo de contagio. Puede usarse en el primer episodio y repetidamente. Para un máximo beneficio durante los brotes, la terapia debe comenzar tan pronto como aparecen los primeros síntomas (anteriores a la úlcera) o en cuanto se notan las ampollas.
El aciclovir tópico es también efectivo, pero debe ser aplicado más de 5 veces al día. Durante las primeras 24 horas es conveniente aplicar la pomada cada hora, lo que reducirá mucho el tiempo de curación.
Los baños calientes pueden aliviar el dolor asociado a las lesiones genitales. También se recomienda una limpieza muy suave con agua y jabón. Si aparecen las lesiones de la infección secundaria en la piel, puede ser necesario un antibiótico tópico como Neomicina, Polimixina B y Bacitracina en pomada. A veces también pueden necesitarse antibióticos orales.
Si las recurrencias no son muy frecuentes y la persona está familiarizada con los síntomas y signos iniciales de las recurrencias (picor, hormigueo, dolor de espalda y a lo largo de la parte posterior de la pierna) el tratamiento puede usarse para parar o suprimir estos episodios (tratamiento episódico). Sin embargo, si las recurrencias son frecuentes, graves o afectan a la vida de la persona, puede ser necesario tomar la medicación a diario durante un período de tiempo para prevenir las recurrencias, constituyendo un tratamiento de mantenimiento.
La resistencia al aciclovir en el herpes se nota enseguida. Si los síntomas no mejoran rápidamente con aciclovir, está indicada una nueva evaluación de su médico.

HASTA LA PROXIMA...

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